¡Ésto es la Leche (materna)!

Ya sabemos que no hay nada que se pueda comparar a la leche materna, y dudo mucho que se pueda conseguir algún compuesto industrial que se le acerque. Si pinchas sobre la foto podrás ver en detalle todos sus componentes. Como está en inglés, traduzco parte del esquema más adelante:

Componentes de la Leche Materna. Pincha en la imagen para ampliar la imagen y verlo en detalle.

La leche humana contiene una compleja combinación sustancias del sistema inmune de la madre que protegen al bebé así como factores de crecimiento que estimulan el desarrollo de tejidos específicos.

Contiene también células madre, que son células capaces de auto renovarse y que son capaces de producir y repara órganos y tejidos. No se sabe exactamente como actúan en el cuerpo del bebé. Actualmente se estudia el uso de las células madre en el tratamiento de múltiples enfermedades como la diabetes o el Alzheimer.

Una amplia gama de vitaminas y minerales, fundamentales para el crecimiento y el desarrollo del bebé. La carencia de las mismas podría desembocar en enfermedades.

Los nucleótidos contenidos en la leche materna son los “ladrillos básicos” que constituyen el ADN y el ARN, y forman estructuras que intervienen en el intercambio químico celular y en la activación e inhibición de procesos en el interior de las células.

Numerosos aminoácidos están presentes en la leche humana. Estos son los componentes esenciales de las proteínas. La taurina, por ejemplo, es fundamental para el cerebro y el desarrollo del sistema nervioso.

Las gran variedad de grasas presentes en la leche materna contribuyen a la formación y buen funcionamiento del sistema nervioso, así como a reducir el dolor y la inflamación.

La leche materna es el fluido corporal más “colonizado” por bacterias de manera natural. Hasta 800 bacterias pueden estar presentes en ella. Los científicos están empezando a vislumbrar el impacto de estas bacterias en la salud del niño a corto y largo plazo. El sistema inmune usa agentes antimicrobianos contenidos en la leche, para identificar y neutralizar cuerpos extraños como virus y bacterias nocivas.

La lactoferrina, por ejemplo, tiene una acción anti tumoral. El cuerpo del bebé usa la lactoferrina para absorber el hierro, y también para fijarlo de tal manera que deje de estar disponible para bacterias nocivas que se alimentan de él.

La leche humana contiene 200 tipos de hidratos de carbono, tanto simples como compuestos, que proporcionan al bebé una gran fuente de energía. Algunos de estos oligosacáridos presentes en la leche materna, sólo pueden ser digeridos por bacterias, por lo que se ayudan a que el niño desarrolle una buena macrobiota intestinal.

Las enzimas presentes en la leche materna aceleran los procesos químicos en las células.

Las hormonas presentes en la leche materna influyen en el crecimiento del bebé, en su alimentación y en su comportamiento. Por ejemplo la oxitocina, produce sensaciones de bienestar y relajación tanto el bebé como en la madre. Además produce contracciones uterinas durante la toma y hasta 20 minutos después de dar al pecho. Esto favorece la involución del útero y su buena salud.

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