En el artículo anterior hablábamos sobre métodos no farmacológicos de alivio del dolor en el parto para hacer un tratamiento progresivo del mismo antes de ponernos la epidural o simplemente para evitarla. Desde aquí también nos gustaría recordarte, tal y como mencionamos en el artículo sobre Epidural y posiciones de parto, que el movimiento es clave durante el desarrollo del mismo para reducir el dolor y que el bebé se encaje correctamente. De esta forma, reduciremos las posibilidades de tener un parto intervenido.
Pero como cada nacimiento es único, entendemos que es importante que las futuras mamás tengan información de todas las opciones posibles para que puedan elegir de una forma consciente como desean transitar este momento tan importante en su vida y qué recursos pueden utilizar.
“Es importante que las decisiones para afrontar el dolor del trabajo de parto se basen en una decisión informada” (Green 2003; Hawkins 2003).
Por eso, vamos a sumergirnos un poquito más en cómo aliviar esta intensidad o quitar el dolor por completo con métodos farmacológicos para el dolor de parto.
Óxido nitroso: Un método eficaz para el alivio del dolor en el parto
También conocido como Entonox® o “gas de la risa” y a pesar de alta satisfacción materna (33), este gas que se inhala para el manejo del dolor, su uso todavía es muy moderado nuestro país.
“Aquellas personas que recibieron óxido nitroso reportaron niveles de satisfacción similares a los que tienen epidurales, y muchos afirmaron que elegirían nuevamente el óxido nitroso para un futuro parto” (Richardson et al., 2017).
Entre las ventajas destacadas encontramos su alta rapidez de actuación, comenzando a actuar en menos de un minuto, y su capacidad de ofrecer una alternativa que puede retardar o incluso evitar recurrir al uso de la anestesia epidural durante el parto.
Este se administra generalmente a través de una boquilla que la mujer misma sostiene para inhalarlo de manera intermitente o simplemente a su gusto. Lo que lo convierte en una herramienta muy flexible ya que la mujer controla con qué frecuencia lo inhala, pudiendo ser usado en cualquier etapa del trabajo de parto y complementado otros métodos de alivio del dolor.
Asimismo, el óxido nitroso ayuda a sobrellevar la ansiedad y proporciona relajación durante el parto. Es menos invasivo que una epidural u opioides inyectables, y no hay pérdida de libertad de movimiento o impacto en el empuje y otras funciones corporales.
Sin embargo, aunque se dan en una minoría de las usuarias, sus efectos secundarios más comunes son las náuseas, vómitos, mareos y somnolencia (34). La parte positiva es que, al actuar tan rápidamente, si la mujer no está satisfecha con su uso, puede dejar de utilizarlo en el momento que ella lo desee. Por el contrario, los efectos de otros métodos farmacológicos como los opiáceos o la epidural aumentan su duración en el tiempo.
Si te gustaría utilizar este método durante el nacimiento de tu criatura, te recomendamos que preguntes si está disponible en el lugar donde deseas parir, ya que no todos los centros en España lo facilitan como método de alivio del dolor en el parto. Y aunque el óxido nitroso está disponible para parto en casa como en países como Reino Unido, lamentamos decirte que en nuestro país, esta posibilidad no existe.
No obstante, las mujeres que han parido con el método Laxmi raramente recurren a este tipo de opciones.
Opiáceos en el parto: ¿Cómo alivian el dolor y cuáles son sus riesgos?
Esta opción para aliviar el dolor moderadamente durante el parto, también es poco conocida en nuestro país. Uno de sus grandes beneficios es que la mayoría de los opioides normalmente surten efecto sedante en cuestión de minutos y ayudan a que la mujer se relaje.
Asimismo, los opiáceos inyectados pueden provocar somnolencia, interferir en la capacidad de toma de decisiones, aumentar las variaciones de la frecuencia cardíaca fetal durante el trabajo parto y deprimir la respiración. También pueden experimentar náuseas y vómitos.
“Si una mujer se siente somnolienta o sedada, tiene menores probabilidades de movilizarse y adoptar una posición vertical, lo que puede alargar su trabajo de parto y hacerlo más doloroso” (Lawrence 2009).
Con respecto al bebé es importante remarcar que estos opiáceos traspasan la barrera placentaria y que sus efectos están poco claros, pero podrían provocar que se sienta somnoliento (reducción del estado de alerta), y entorpecer o demorar el inicio de la lactancia materna (Nissen 1995; Ransjo‐Arvidson 2001; Righard 1990).
“Se calcula que en un recién nacido puede demorar de tres a seis días la eliminación de la petidina y su metabolito, la norpetidina (Hogg 1977) del organismo. Se ha mostrado que la petidina afecta significativamente la variabilidad de la frecuencia cardíaca fetal, las aceleraciones y las desaceleraciones durante el trabajo de parto” (Sekhavat 2009; Solt 2002).
“Los fármacos opiáceos opiáceos intramusculares e intravenosos utilizados incluyen petidina (también conocido como meperidina o demerol), diamorfina, nalbufina, butorfanol, meptazinol, pentazocina, fentanilo y tramadol y son relativamente de bajo costo”. Aunque la satisfacción materna ha sido limitada, parece moderada (48).
No obstante, no hay suficiente evidencia para evaluar qué fármaco opiáceo proporciona el mejor alivio del dolor con menos efectos adversos, ni tampoco suficiente para evaluar sus efectos en los recién nacidos por lo que se necesita más investigación al respecto (35).
Sin embargo, la petidina suele ser uno de los opioides más utilizados (Chamberlain 1993). De hecho, una revisión sistemática concluyó que ningún otro opioide parecía ser mejor que la petidina para proporcionar alivio del dolor en el trabajo de parto (36). Suele actuar a los 20 minutos de ser administrado y su efecto dura entre unas 2 y 4 horas, por lo que no se recomienda su uso si la etapa de expulsivo se acerca (37).
Epidural en el parto: Aspectos a considerar, beneficios y posibles complicaciones
La epidural es el método más efectivo contra el dolor y el más utilizado por las mujeres en España. Aunque no hay datos oficiales, no es descabellado suponer que al menos un 90% de las mujeres la utilizan en nuestro país y que la falta de uso alternativas es preocupante.
Esta es administrada en el espacio epidural mediante un catéter bloqueando los impulsos dolorosos antes de que lleguen al cerebro. Lo que puede resultar un tanto molesto, ya que normalmente la mujer se tiene que incorporar hacia delante estando sentada y no se puede mover durante el proceso.
Y aunque el desconocimiento sobre esta anestesia es bastante común, tiene una gran aceptación a nivel social. Desde el método Laxmi, entendemos que es una herramienta imprescindible para muchas mujeres, ya sea por el simple miedo al dolor, por inducciones al parto, por cansancio materno, pródromos insidiosos o por otras razones en las que este recurso se convierte en un gran aliado.
Sin embargo, esta técnica invasiva que medicaliza el parto, lo convierte automáticamente en un parto de riesgo en el que será necesario el uso de controles maternos y fetales.
También entendemos que es una herramienta que te desconecta de tu cuerpo y limita seriamente el movimiento, lo cual, en algunos partos puede ser contraproducente. Por eso creemos que es la madre la que tiene que valorar los riesgos y beneficios de una forma consciente.
Te invitamos a leer nuestro artículo sobre Epidural y posiciones de parto donde te contamos qué podemos hacer si hacemos uso de la epidural y la importancia del movimiento.
Es importante que independientemente de cuáles sean tus deseos, tengas algo de información y alternativas. Ya que se podría dar el caso que no la puedas utilizar porque tengas un parto precipitado, no haga el efecto deseado o simplemente porque el anestesista esté ocupado. O también puede ser que aunque no te la quieras poner, y que el parto se de de cualquier manera que se haga necesaria. Tanto si quieres una cosa como la otra, no pasa nada por cambiar de opinión. Nunca sabemos cómo se va a desarrollar el parto.
De hecho, una opción muy interesante para muchas madres es hacer un manejo progresivo del dolor. Esto es empezar por alternativas menos invasivas como por ejemplo hidroterapia, relajaciones guiadas, movimiento, óxido nitroso (si es que se ofrece esa opción en el lugar donde has decido parir) o cualquier otra herramienta de tu elección. Y cuando el parto el parto ya ha avanzado, hacer uso de la epidural. De esta forma ayudaremos a que el bebé se encaje correctamente y reduciremos los riesgos que la propia anestesia implica.
No obstante, te la puedes poner en el momento que tú desees, ten en cuenta que la dosis puede subirse o disminuirse en función de la evolución del parto. Y aunque se “recomienda” no ponerla a partir de los 8 ó 9 centímetros porque supuestamente no daría tiempo a que hiciera efecto, no tiene por qué ser así.
La epidural suele tardar unos 20 minutos en hacer efecto, y la fase de expulsivo puede y suele tardar bastante más. Pero ten en cuenta que el ritmo de dilatación y la evolución del parto es diferente en cada mujer. Hay mujeres que la fase activa de parto puede tardar 20 minutos, y otras en cambio tardarán hasta algunas horas una vez están en dilatación completa. Esto también dependerá si eres primípara o multípara, ya que las mamás primerizas suelen tener partos más largos.
Ten presente que esto puede influir en la política del hospital o que el anestesista no esté disponible en ese momento. Por lo que es muy importante que te informes al respecto en el lugar donde decidas dar a luz.
Puedes ver las tablas de tiempos de fase activa del parto en nuestro artículo ¿Qué es lo normal en un parto normal? de nuestro blog.
Es importante remarcar que muchas de las mujeres que han utilizado las técnicas y recursos que ofrecemos en el Método Laxmi, no han hecho uso de la epidural y sus experiencias han sido positivas. Y aunque tienes bastantes testimonios en Youtube que así lo demuestra, aquí te dejamos un par de ellos para que los escuches:
“En ningún momento noté las contracciones como dolorosas”
Parto natural de un bebé de 4,5 kg (pincha aquí)
“Las contracciones eran super llevaderas, podía controlar el dolor. Para mí fue un éxtasis, el expulsivo es lo mejor del parto”
El expulsivo es lo mejor del parto (pincha aquí)
Riesgos de la epidural en el parto
Como medicación, es importante que tengas en cuenta que la epidural no es inocua. Algunos de sus riesgos son los siguientes:
-Aumento de parto vaginal asistido con fórceps o ventosa y posible episiotomía.
-Debilidad muscular, náuseas, picazón y dolor de cabeza.
-Hipotensión.
-Bloqueo motor.
-Aumento del uso de oxitocina.
-Predisposición a malposición fetal.
-Pérdida del control de esfínteres necesitando sondaje vesical.
-Fiebre.
-Dificultades respiratorias.
-Infección en el punto de inserción.
-Convulsiones.
-En bebés estás asociada a un puntaje de Apgar bajo y más admisiones a la UCIN, especialmente en partos espontáneos.
“Se ha demostrado que la analgesia epidural con infusiones de bupivacaína de baja concentración no aumenta la incidencia de cesárea, pero puede aumentar la incidencia de parto vaginal instrumental y la duración del segundo estadio del trabajo de parto” (38).
Lo cierto es que sigue habiendo controversia en cuanto a si prolonga el parto (primera y segunda fase) y aumenta el riesgo de cesárea. Hemos encontrado estudios que lo afirman (44) y otros que lo niegan, algunos de ellos antiguos y de baja calidad. Lo que no es descabellado, es afirmar que la falta de movimiento y el uso de oxitocina sintética (consecuencias asociadas al uso de la epidural) sí lo hacen.
De hecho, la misma Cochrane reconoce que “se necesita más investigación para investigar los efectos adversos y evaluar las diferentes técnicas utilizadas en la analgesia epidural”.
Lo que sí se recomienda es el uso de pelotas de parto normales y con forma de cacahuete para disminuir el tiempo de trabajo de parto y el riesgo de cesárea con el uso de la epidural (42).
Nuestra conclusión es que tener conocimiento sobre los métodos de alivio del dolor puede ser beneficioso para cualquier mujer en su embarazo, y que estas opciones se deberían ofrecer en cualquier lugar donde éstas vayan a dar a luz ya que cada mujer es única y nunca se sabe cuál puede ser la herramienta clave en su proceso.
Como recomendación, y no sólo referente a la analgesia/anestesia, sería muy interesante que indicaras tus preferencias en un plan de parto en el lugar donde tú sepas que vas a ser respetada. Nos llegan muchos testimonios a día de hoy de mujeres no quieren hacer uso de la anestesia y que se sienten presionadas de hacer uso de la epidural durante el mismo.
En caso de quererla poner, es importante acudir a un centro donde te ayuden a moverte, adoptar diferentes posiciones y a evitar la posición de litotomía durante el expulsivo como hablamos en el artículo de Epidural y posiciones de parto. El lugar donde vayas a parir es clave en tu experiencia materna.
Lo que sí te pedimos es que no te quedes anclada en pensamientos de hace varias décadas. Estamos en el 2024 y como has visto, tenemos muchas opciones y alternativas. Epidural sí o epidural no ya no es un debate. Ponértela o dejártela de poner no te hace ni más valiente ni mejor madre.
No se trata de tener un parto con o sin dolor, se trata de tener el nacimiento que tú y tu bebé necesitáis con herramientas y recursos accesibles que hagan que esta experiencia sea fácil y tranquila.
Si tienes dudas, miedo al parto o al dolor de parto te invitamos a que realices el entrenamiento gratuito de 5 días para vencer tu miedo al parto.
Otra cosa que puedes hacer es leer el libro El Método Laxmi, 9 claves para un parto sin dolor.