Felices Nacimientos

Se nos ha olvidado que Navidad significa nacimiento. En estas fechas llenas de regalos, compras y derroche, se nos olvida que lo que celebramos es el nacimiento. Más allá de la religión y de las creencias. En esta época del año me gustaría llamar a la reflexión sobre cómo llegan nuestros hijos al mundo.

Me gustaría traer imágenes menos poéticas que la de ese nacimiento edulcorado y almibarado que todos tenemos en la cabeza cuando pensamos en la Navidad. ¿Se nos ha ocurrido pensar que mientras Jesús nacía, María daba a luz? ¿Cómo sería ese nacimiento en un portal, en una cueva, en un refugio, en una choza, en alguno de esos lugares donde se solía dar a luz?

Nacimiento del Hombre

Nacimiento del Hombre, por la fotógrafa Natalie Lennard

Y al mirar esta imagen del parto de María, recreada por la magnífica fotógrafa Natalie Lennard, me maravilla la capacidad de la madre para dar a luz. Y me sigue maravillando el poder de la mujer de gestar y dar vida. Las mujeres somos seres mágicos. El vehículo a través del cual es ser humano llega a este planeta.

¿Qué te sugiere a ti esta imagen?

¿Cómo se ve esta imagen en pleno siglo XXI, cuando las mujeres dan a luz en el hospital, rodeadas de todo tipo de profesionales y de tecnología? A menudo las mujeres llegan al parto aterradas. ¿En qué momento perdimos la perspectiva de nuestro propio poder como mujeres? ¿Quién nos ha convencido de que no somos capaces de hacer aquello para lo que hemos sido creadas?

La publicidad nos trae siempre la imagen de la madre feliz acunando a su bebé recién nacido junto a una ventana por la que la luz se filtra con delicadeza. Ella, la madre, perfectamente peinada, maquillada y delgada, justo después del parto.

Nada que ver con esta otra imagen, más cercana a la realidad, de la madre:

Nacimiento, por Lola Vendetta

Natividad por Lola Vendetta

Esta imagen de Lola Vendeta me recuerda a mi propio parto, el sangrado de los días posteriores. Una realidad mantenida en secreto. Sólo yo sabía lo me costó la recuperación de mi cesárea, el dolor de cada pequeño movimiento, lo débil que me sentía por la pérdida de sangre, el tiempo que me llevaba lavarme, el cuidado de la cicatriz, el cambio de compresas… la falta de sueño.

Recuerdo una noche en la primera semana tras el nacimiento de mi hija, serían las 4 h de la madrugada. Acababa de darle el pecho, de cambiarle el pañal y me fui al cuarto de baño para cambiarme de compresa. Moviéndome torpemente en la oscuridad de la noche. Entonces mi marido me llamó desde el dormitorio ¿pero qué haces tanto rato? No me dejas dormir…

Y, a pesar de que mi esposo es un amor, a pesar de que hemos criado a mi hija juntos y de que no tengo nada que reprocharle como padre. Hay un tiempo de adaptación que puede llegar a ser muy duro. Hay mucho por aprender por parte de ambos. Hay un contrato de pareja que renegociar y muchas dificultades que superar que nadie te cuenta antes de ser madres y padres. Además hay muchas cosas que nadie puede hacer por ti como madre. . Así que, cuando vayas a ver a un bebé recién nacido, haz por la madre todo lo que tú sí puedes hacer por ella: llévale un tupper con comida cocinada, hazle la compra, tiende la lavadora. En la casa donde nace un bebé faltan manos para ayudar.

¿Cómo viviste tú tu posparto?

Navidad, dejemos descansar a mamá

Navidad, dejemos descansar a mamá. El famoso Belén regalado al Papa Francisco.

Así que, dejemos a la madre descansar.

El futuro de la humanidad se gesta en los vientres de las mujeres. Cuidemos a las madres, cuidemos el nacimiento. Es misión de toda la sociedad.

¿Y tú qué opinas de estas tres imágenes distintas de la Navidad?

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