8 claves para cuidar la salud de tu útero

Hoy tengo algo muy especial e íntimo que contarte. Quiero compartir contigo la asombrosa historia de mi parto y cómo, el conocimiento que adquirí en él me sirve ahora para ayudar a otras mujeres a cuidar la salud de sus úteros.

¿Y tú, cómo cuidas de tu útero? La mayoría de las mujeres ni siquiera nos planteamos que haya necesidad de cuidarlo de algún modo. Sin embargo, para muchas el útero está presente en sus vidas de una manera negativa.

Quizá como mujer hayas experimentado alguna vez:

  • Dolor menstrual.
  • Amenorrea, dismenorrea, reglas irregulares.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Miomas, quistes, endometriosis, etc.
  • Dolor en el parto.

Muchas mujeres sufren hoy en día trastornos relacionados con la salud del útero y los ovarios, sin que la medicina moderna sea capaz de determinar el origen primigenio de estos trastornos, en la mayoría de los casos. Dando en ocasiones soluciones poco saludables como el uso de analgésicos o tratamientos hormonales, teniendo que llegar a la cirugía en los casos más graves.

Para muchas mujeres la palabra útero es sinónimo de dolor, de sufrimiento y de patología.  ¿Podemos hacer algo para mantener la buena salud de nuestros úteros?

La respuesta es sí.

Déjame contarte una historia asombrosa. Es la historia de mi propio parto:

Mi embarazo se alargaba. Mi hija Sara no se decidía a llegar y los doctores insistieron en inducir el parto con oxitocina sintética. Seguí sus consejos y a las 10 a.m. del 21 de diciembre de 2009 comencé a tener unas contracciones muy intensas y muy seguidas (cada 3 minutos). Eran tan intensas que el papel del monitor que las medía, no era lo suficientemente ancho para registrar toda su amplitud. Mi gráfica se salía del papel.

Los partos inducidos con oxitocina sintética son tremendamente dolorosos. Esa oxitocina provoca unas contracciones antinaturales, con un ritmo demasiado regular y una frecuencia muy alta. Contracciones mucho más intensas que la oxitocina endógena, que procede del cerebro de la mujer y cuya acción se combina con las endorfinas segregadas de manera natural.

Las mujeres que son inducidas, por lo general, piden a gritos al epidural porque el dolor les resulta insoportable.

Sin embargo, a mi no me dolía nada en absoluto. Nada de nada. Ausencia total de dolor.

Estuve así durante 14 horas bajo el asombro de la ginecóloga y de las matronas que me atendía.

El mensaje que recibí es que mi útero era un músculo muy fuerte, que estaba sobradamente preparado para el trabajo de parto, incluso con oxitocina sintética.

Pero, ¿Cómo era posible? ¿Qué había hecho yo a lo largo de mi vida para que mi útero estuviera en tan buena forma?

Empecé a investigar, durante los últimos 9 años he estudiado distintas técnicas corporales y psíquicas, he leído ensayos y estudios científicos sobre el tema, me he formado con matronas especializadas en parto natural y he hablado con cientos de mujeres sobre sus partos y sus vidas. He acompañado con mi Método a más de 1.500 mujeres.

En este viaje de aprendizaje constante, he llegado a varias conclusiones que ahora comparto contigo, y que resumo a continuación en las 8 claves para cuidar la salud de tu útero.

1ª Clave: Cuidado cognitivo.

Lo primero es tener un conocimiento intelectual sobre cómo funciona nuestro útero: Qué es, dónde se encuentra, cómo es su anatomía, cómo está conectado con nuestro sistema nervioso autónomo y las implicaciones que todo esto tiene en nuestra vida intelectual y emocional.

Cuáles son las hormonas que se segregan a lo largo del ciclo menstrual y como influye en nuestro estado físico y mental.

Nuestro enorme neocórtex necesita nutrirse de esta información. Y entonces descubrirás, que el útero es un órgano diseñado para el placer. Cambiar este concepto conscientemente puede ser clave para una salud uterina mejor.

2ª Clave: Cuidando tu nutrición:

Tener una buena alimentación con productos biológicos y evitar el gluten y los cereales refinados, los lácteos y las carnes rojas. Evitar los disruptores endocrinos.

Desintoxicar tu organismo: la contaminación ambiental, los tóxicos en los alimentos y en el agua que bebemos afecta de manera significativa a la salud de nuestro sistema reproductor. Puede ser una buena idea seguir una dieta desintoxicante con cierta frecuencia y poner un buen filtro de agua en tu grifo. No beber agua embotellada en botellas de plástico.

Existen complementos alimenticios que te pueden ayudar a regular tu ciclo menstrual y a reducir molestias. El sauzgatillo o vitex agnus-castus, se ha usado tradicionalmente para los trastornos menstruales, la infertilidad, etc. Siendo un regulador hormonal natural excepcional. No se debe ingerir durante el embarazo. Para su uso correcto, ponte en contacto con la página web y consulta a tu ginecólogo.

3ª Calve: Cuidando físico del útero:

El ejercicio físico, en general, es beneficioso para tu útero. Pero es mucho mejor si realizas alguna actividad más específicamente diseñada para esa zona, por ejemplo, el Método Laxmi combina una serie de técnicas que movilizan la pelvis, trabajando con los disparadores fisiológicos del sistema nervioso parasimpático y con mucha conciencia en el útero mientras se practica el movimiento.

Muchas mujeres que practican el método Laxmi han notado como desaparece el dolor menstrual y mejora el placer en sus relaciones sexuales.

La otra gran fuente de sanación para el útero es el orgasmo. Durante el orgasmo, la oxitocina natural hace que las fibras uterinas del fondo del útero se contraiga y relajen rítmicamente y que el cuello del útero se dilate. El proceso del orgasmo es muy parecido al del parto. En el orgasmo las fibras uterinas se fortalecen y el cuello del útero se relaja. Es la forma más eficaz de entrenar el útero y de relajarlo al mismo tiempo.

La naturaleza ha hecho que el mismo acto a través del cual nos quedamos embarazadas, sea además una preparación física para dar a luz a nuestros bebés. Y no solo eso, además es tremendamente placentero.

Es una pena que el patriarcado haya arrojado tanta basura sobre la sexualidad y el orgasmo femenino. Han conseguido que demos a luz con dolor, pero no porque nuestro útero deba doler, sino porque le imponemos el sufrimiento y la represión desde nuestras creencias. En otras culuras, sin embargo, la sexualidad se considera algo sagrado y el placer en sí es un regalo que ayuda a equilibrar emocionalmente y ayuda a la paz mental.

4ª Clave: cuidado emocional:

Es bien conocido en terapias como la osteopatía y la bioenergética que las emociones negativas que no han sido resueltas de una manera funcional, se quedan de algún modo atrapadas en el cuerpo, provocando dolores crónicos e incluso enfermedades. Por explicarlo de una manera simple, parece ser que las fascias y los músculos actúan como una especie de almacén de memorias de conflictos no resueltos. Cuando se libera el órgano se libera el sentimiento y el conflicto se resuelve. Cuando se libera el sentimiento doloroso, se desbloquea el órgano y recobra la salud.

Nuestro útero es un recipiente emocional muy sensible. Las emociones que se quedan atrapadas en él son de un calado muy profundo: represión sexual, abuso, desamor, falta de reconocimiento, sumisión, indefensión aprendida, etc.

Todos estos son sucesos por los que las mujeres hemos pasado miles de veces a lo largo de la historia de patriarcado y que mantenemos atrapados en nuestro útero. Por eso el útero duele en nuestro interior por nuestra propia carga personas y la de todas las mujeres que nos han precedido.

Liberándonos de estas cargas, liberaremos el dolor atrapado en nuestros úteros.

5ª Clave: Cuidado energético:

El útero es sinónimo de fertilidad. Energéticamente, el útero es la materialización del segundo chakra que es el chakra de la creatividad y además tiene una especial conexión con el 4º chakra, el corazón y con el 6º chacra, en su aspecto más femenino: la intuición.

La fertilidad no consiste sólo en traer hijos al mundo, sino en gestar y dar a luz, por ejemplo, ideas y proyectos. Cuando se desbloquea el segundo chakra también se desbloquea la imaginación y aumenta la capacidad de crear, desde una nueva receta de cocina, hasta una nueva aplicación móvil o un nuevo proyecto de negocio.

Pero además de hijos y proyectos también gestamos otras cosas en nuestro útero. La energía negativa que nos penetra, bien desde el exterior, bien desde el interior, puede hacer que gestemos miomas, quistes, endometriosis, etc.

¿Qué podemos hacer para evitar esto? Un trabajo energético a un nivel más profundo. Hay muchas técnicas que te pueden ayudar. En mi experiencia la Respiración Ovárica creada por Sajeeva Hurtado ha sido un punto de inflexión en mi vida. También funcionan la hipnosis, la Bionergética, la Bioneuroemoción, el Rebirthing, la PNL…

Pero para empezar desde una misma de una forma sencilla, la meditación sobre el útero es la primera puerta que hay que abrir. Aquí tienes una hermosa meditación que puede ayudarte a sentirte mejor: Meditación desprograma y sana tu útero

Y tener siempre presente que tenemos la capacidad de gestar todo lo que nos penetra por todos los orificios de nuestro cuerpo: nuestros oídos, nuestra boca, nuestra nariz, nuestra piel, nuestra vagina, nuestros propios pensamientos, nuestras creencias profundamente arraigadas en nosotras mismas.

Debes cuidar lo que dejas que te penetre en un sentido físico y también en un sentido energético.

6ª Clave: Cuidado social:

El ser humano necesita de otros seres humanos. El amor y la empatía forman parte de nuestra salud.

En el caso de las mujeres este hecho es mucho más evidente. Las mujeres necesitamos hablar y estar en compañía de otras mujeres que nos escuchen, nos comprendan, que no nos juzguen y que nos enseñen a través de su propia experiencia.

Las amigas son una fuente de sanación para las mujeres. En algunas ocasiones, reunirte con mujeres que no conoces de nada puede ser incluso más nutritivo.

Adoro los círculos de mujeres. En ellos ocurren procesos maravillosos y milagrosos.

Como dice mi amiga Esther Santiago, las mujeres hacemos magia aún sin proponérnoslo. Nos encontramos con la divinidad femenina que todas llevamos dentro en sus múltiples formas.

En los círculos de mujeres nos podemos permitir volver a ser niñas, jugar, cantar, bailar, dibujar, reír…

Nos reconciliamos con nuestro lado sensual, sexual, pícaro, aventurero, divertido…

Nutrimos y somos nutridas por el sostén y la experiencia de otras mujeres. Nos cuidamos como madres.

Y reconocemos nuestra sabiduría interna, viéndonos reflejadas en la sabiduría de otras mujeres.

7ª Clave: Vive en el presente.

Vivir un presente que detestas es vivir contra tu instinto y eso afecta también a tu útero. Porque nuestra sexualidad nos invita a la aventura, a la exploración. Cuando castras a un animal, por lo general se vuelve sumiso y pasivo.

Pensar que quieres estar en otro lugar haciendo una cosa diferente a la que haces es frustrante y te lleva a la infelicidad.

Haz lo que amas. Y si no puedes, ama lo que haces.

A mí, por ejemplo, no me gustan las tareas domésticas. Pero me pongo música y todo cambia. Disfruto de la música mientras friego los platos o tiendo la ropa. Canto mientras plancho, y entre prenda y prenda, doy unos pasos de baile.

Pienso en lo bien que quedará la ropa bien doblada y ordenada en el cajón. Concentrarme en el objetivo final me proporciona alegría.

Elige amar lo que haces en cada momento y encuentra la alegría en las pequeñas cosas de la vida.

Sé que es fácil decirlo, y no tanto llevarlo a cabo. Muchas veces nos vemos en la obligación de hacer cosas que no nos gustan. Nos sentimos sobrepasadas por el trabajo, el estrés, la familia, la sociedad, nuestras propias creencias y exigencias, etc.

Piensa que todo tiene arreglo y que todo pasará. Da los pasos para cambiar lo que no te gusta en tu vida. Y disfruta del proceso.

Cada paso que des hacia donde quieres estar será más satisfactorio. Disfrutar de cada paso es la clave.

8ª Clave: Pide ayuda

No tienes que hacerlo sola. Si te sientes sobrepasada. Pide ayuda. Descubrirás que hay muchas personas a tu alrededor que te pueden ayudar, desde familiares, amigos o conocidos a profesionales.

Una cosa que he aprendido es que merece la pena pagar por bienestar.

Ve a clases de danza, de Yoga, de zumba, asiste a círculos de mujeres, contrata un psicólogo, un mentor, o un coach que te ayude a vivir mejor. El médico, el psicólogo, la matrona, el fisioterapeuta, el nutricionista, el terapeuta energético… muchos profesionales pueden ayudarte.

Estoy segura de que puedes salir de cualquier situación por ti misma. Pero, créeme, no es necesario. Es mucho más fácil si te dejas ayudar.

Seguir estas 8 claves puede parecer a primera vista un arduo trabajo. Pero si exploras dentro de cada una, verás que el camino es placentero: conocerte a ti misma, nutrirte bien, bailar, gestionar tus emociones, meditar, pasar tiempo con otras mujeres, disfrutar de todo lo que haces y sentirte apoyada por personas que saben lo que hacen. Es así de sencillo.

Si necesitas mi ayuda, aquí estoy para ti.

Aixa Laxmi

Creadora del Método Laxmi y autora de la Teoría del Segundo Útero y del libro «9 Claves para un Parto sin Dolor».

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