Yolanda Cores

Cuando acabé mis estudios de bachillerato, tenía muy claro que mi vida profesional estaba en la sanidad. Empecé Medicina, pero sentí que aquél no era mi lugar. Cambié a Enfermería donde encontré mi rumbo en esos momentos.

Trabajé durante varios años en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y en Neonatología, cuidando de los bebés recién nacidos con problemas.

Cuando en 1993 llegué de una forma un poco indirecta a la especialidad de matrona, me llevé una gran sorpresa, comprendí que había encontrado mi sitio en la vida.

Disfruté lo indecible aprendiendo sobre el nacimiento: el cuidado del embarazo, el acompañamiento en el parto y luego la protección de las madres y de los niños en los primeros pasos de la crianza.

Tuve la suerte de dar con un grupo de Matronas increíble. Empoderadas, aguerridas y entregadas a su profesión me enseñaron lo importante que es estar al día y profundizar, no dar nada por sentado.

Mi primera experiencia laboral como Matrona titulada fue en el Hospital de Poniente en Almería, Fue un honor, un orgullo y además un absoluto lujo compartir mi turno de trabajo con una matrona alemana, Dagmar Ulrich, una de las pocas del equipo que tenía experiencia laboral. Me abrió los ojos para recapacitar, criticar y reconducir la forma como habíamos aprendido en España a atender a las mujeres de parto y a sus bebés. Había tenido nociones de parto domiciliario, parto en agua y algunas técnicas “alternativas” durante la especialidad pero más como anécdota que como realidad. Y allí estaba ella para mostrarme cuán equivocadas estaban las bases de nuestra atención. Me acercó a Leboyer, Michel Odent, Sheyla Kitzinger, Ina May Gaskin, al porteo, movimiento, homeopatía, aromaterapia, contacto, acompañamiento, respeto a la individualidad… Fui a Alemania a conocer el hospital donde ella fue a trabajar después de su paso por España y me maravillé de las instalaciones y recursos y de la fuerza de las matronas como profesionales independientes y de referencia en la asistencia a los partos y pospartos.

Está claro que en el momento que abres los ojos ya no puedes cerrarlos, en el momento que tomas conciencia ya no puedes volver a la ignorancia. Y desde entonces he procurado beber de todas las fuentes que me he ido encontrando para acompañar en partos gozosos a las madres y sus criaturas.

Todo esto me llevó a atender partos en domicilio, la experiencia más maravillosa, intensa y mágica que he tenido, donde he comprendido y comprobado el poder que tenemos las mujeres y que hay que protegerlo con todo respeto y admiración.

Por ello he intentado acrecentar mi conocimiento y mis habilidades para ayudar a acompañar y empoderar a las mujeres que tienen el privilegio, la salud y la energía para gestar en su interior y parir. Máster en Salud Sexual y Reproductiva, Formación en parto domiciliario, preparación al parto en el agua, Emergencias obstétricas, Reanimación Neonatal, Psicología perinatal, Canto prenatal, Fitness para embarazadas, Lactancia Materna, Suturas perineales, Suelo pélvico, Hipopresivos, Homeopatía para embarazadas, Movimiento para el parto, Duelo perinatal… actualizaciones y formaciones nuevas que se prolongan y renuevan.

Sin embargo lo importante son las personas. La grandeza y la generosidad de las que ofrecen su saber para que se extienda y no se pierda el arte de acompañar nacimientos. Aquí maestras y maestros, compañeras y compañeros, autoras y autores de tantos libros que me han guiado y que sin ellos no habría abierto los ojos. Y sobre todo cada una de las mujeres a las que he acompañado.

Ellas, sus criaturas y sus parejas son las que nos enseñan la grandeza del nacimiento. Sabiendo observar y acompañando con respeto se llega a cierto dominio que nunca es perfecto ni definitivo.

En este camino de búsqueda y actualización encontré el Método Laxmi creado por Aixa Laxmi, que ha sido capaz de refundir y hacer nacer una forma completa de preparación para el nacimiento y la crianza tan acorde con mi manera de pensar y que da respuesta y herramientas muy valiosas a toda mujer que quiera asumir el reto de ser madre, empoderarse y salir victoriosa y satisfecha de la experiencia.