La meditación y el poder creador de la mujer
LA PRIMERA VEZ QUE MEDITÉ… sentí como si una rosa se abriera justo en el centro de mi pecho de manera súbita e inesperada. Casi al mismo tiempo, me embargó un sentimiento muy profundo y explosivo, que no pude contener y lloré. Lloré lágrimas de pura emoción. Sin motivo alguno. No era tristeza. No era […]...