Es posible que si es tu primer embarazo (o no) te estés preguntando cómo nacen nuestros hijos en España. O incluso si ya has sido madre anteriormente puede que no quedaras satisfecha con tu parto anterior y quieras saber más. Te asaltan muchas dudas, no entiendes lo suficiente sobre el tema y te planteas si es seguro parir en España o hasta qué punto es normal tener un parto intervenido. Y para colmo, te resulta muy difícil encontrar información actualizada al respecto.
En este artículo encontrarás mucha luz sobre las tasas de cesáreas, partos inducidos, procedimientos instrumentados, y otros aspectos clave que definen la experiencia de dar a luz en España, que te ayudarán tomar decisiones conscientes sobre tu propio viaje hacia la maternidad. ¡Acompáñanos en este recorrido que va más allá de las estadísticas y descubre la realidad acerca de cómo parimos en España!
Uno de los principales problemas en España para mejorar la asistencia a madres y bebés es el desconocimiento de datos oficiales sobre el parto. Y esta falta de transparencia dificulta poder ofrecer el mejor acompañamiento durante el embarazo, parto y postparto.
Sin embargo, existen organizaciones que arrojan luz sobre estás cuestiones.
La GESO (GRUPO ESPAÑOL DE SEGURIDAD OBSTÉTRICA) ha elaborado en el último trimestre de 2023 el «Registro español de morbimortalidad materna y perinatal» con el objetivo de conocer la situación al respecto en nuestro país durante el año 2022. El informe recabó datos entre marzo y agosto de 2023, de 71 centros y abarcó 125.622 partos, lo que supone un 38.5% de los 329.892 nacimientos ocurridos en España en 2022.
*NOTA: Al no contemplarse datos de todos los hospitales españoles, se le ha otorgado un 95% de seguridad/confianza de la tasa promedio que más adelante se describe.
Para entender nuestra realidad y que las mujeres tengan mejores experiencias, necesitamos más estudios cómo este y menos publicaciones en medios repletas de desinformación y realizadas fuera de contexto que lo único que provocan es un miedo totalmente contraproducente en los procesos reproductivos de las mujeres.
Este artículo se centra en mostrar las cifras que nos han parecido más interesantes y en compararlas con lo que dice la evidencia científica y datos más recientes, así como algunas recomendaciones de la Organización Mundial de Salud.
En este informe, es importante tener en cuenta dos factores. El primero es que se incluyen partos con bebés que han nacido con solo 22 semanas de gestación en adelante, por lo que muchos de ellos no eran compatibles con la vida. Y segundo, que aunque el número de hospitales incluidos en el informe son suficientes como para reflejar una realidad global, incluye, en su mayoría, la asistencia en hospitales públicos (un 85,9%) frente a un 8,5% de hospitales privados y un 5,6% de hospitales público-privados.
Por tanto, no debemos tomarlo como valores absolutos de una realidad, sino como referencia desde el ámbito público ya que sabemos que “una misma mujer puede acabar su parto de muy diferentes maneras, en función del hospital que elija para dar a luz. Las posibilidades de una cesárea, un parto instrumental, una episiotomía o una inducción se duplicarán o triplicarán dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se atienda el parto y con bastante seguridad se puede afirmar que sufrirá más intervenciones si se decanta por parir en un hospital privado en lugar de hacerlo en un hospital público.”[1]
PONERSE DE PARTO DE FORMA NATURAL EN ESPAÑA NO ES TAREA FÁCIL
Y es que más del 40% de las mujeres van a iniciar su parto de forma medicalizada, bien sea por inducción o por cesárea programada.
Y, aunque las intervenciones salvan vidas, también sabemos que la gran mayoría de mujeres y bebés tienen embarazos y partos de bajo riesgo, por lo que deducimos que un 33,8% de inducciones y un 8% de cesáreas programadas constituyen un número elevado si tenemos en cuenta, además, partos que comienzan de forma espontánea y terminan con intervenciones. Recordemos que “ninguna región debería tener más de un 10% de las inducciones”[6] y que, tanto las cesáreas como las inducciones realizadas de forma rutinaria o sin estar justificadas, pueden poner en peligro la vida y la salud de las mamás y sus bebés, ya que no están exentas de riesgos.
FALTA INFORMACIÓN PARA SABER CÓMO PARIMOS A NUESTROS HIJOS
Aunque a la vista del anterior apartado, tenemos certezas sobre cómo comienzan la mayoría de los partos en España, no sabemos cómo finalizan. Y es que ponerse de parto de forma espontánea no es garantía de un parto natural y mucho menos en un país como este.
Además, para ponernos en contexto, debemos entender, en términos sanitarios y a grandes rasgos, cómo se clasifican los tipos de partos:
- PARTO EUTÓCICO. Es un parto normal por vía vaginal que no presenta ninguna dificultad y comienza de forma espontánea. El bebé nace en posición cefálica entre la semana 37 y 42 de gestación.
- PARTO DISTÓCICO. Es un parto vaginal que necesita ser instrumentalizado o cesárea.
Y en esta clasificación se ha basado el informe. Sin embargo, ¿Qué ocurre con los partos inducidos?
Por lo que sabemos, probablemente un 33,8% de los nacimientos van a comenzar con una inducción, pero, ¿Cuántos de los partos que se inician espontáneamente serán acelerados o inducidos una vez en el hospital? ¿Cuántas de las inducciones figuran dentro de los eutócicos, instrumentales y cesáreas? Y, ¿Dónde se sitúa la gran protagonista de la mayoría de los nacimientos? Sí, nos referimos a la epidural. ¿Hay otro tipo de alivio al dolor que se esté empleando, como el óxido nitroso o las bañeras? ¿Cuántas episiotomías se realizan en España al año?
A pesar de que aún existen dudas por resolver para sacar conclusiones más certeras, es importante puntualizar que este informe ha mejorado a nivel informativo mucho con respecto al año pasado, aportando un abanico de luz que nunca antes habíamos visto, por lo que mantenemos la esperanza de que irá mejorando año tras año.
MÁS CESÁREAS DE LAS NECESARIAS
Para entender el contexto, es importante puntualizar que desde 1985, “los profesionales de la salud de todo el mundo han considerado que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10% y el 15%”. Y que “no hay justificación alguna para que ninguna región presente una tasa superior al 10-15%” de hecho, cuando la tasa de cesáreas supera el 10% los riesgos superan a los beneficios[2].
También sabemos que la evidencia ha demostrado que el miedo al parto, ese gran protagonista en gran parte de los embarazos, contribuye al aumento de la tasa de cesáreas y que, con un buen acompañamiento, una buena preparación, una atención al parto adecuada e información, este número se puede disminuir [3].
Y, por supuesto, no podemos olvidar mencionar que en 2022 eldiario.es publicó una investigación que recogía datos de 360 hospitales españoles, tanto públicos como privados, en el que aseguraba que alrededor de un 25% de las mujeres que den a luz en España lo hará por cesárea. Lo cual prácticamente duplica las recomendaciones oficiales.
Asimismo, dicha publicación coincide con el informe de La Fundación Dialnet que mencionamos al principio, por el que “la probabilidad de dar a luz por esta vía se puede multiplicar, dependiendo del hospital al que una mujer acuda”. De hecho, “28 hospitales españoles, públicos y privados, superan el 45% de cesáreas“ y “parir en un centro privado influye mucho más en la posibilidad de tener una cesárea que en la edad de la madre” [4].
Dicho esto, es importante remarcar que una cesárea es una cirugía mayor y que tiene riesgos tanto para mamá como para bebé por lo que sólo se debería llevar a cabo bajo indicación médica justificada y cuando los beneficios de finalizar el embarazo o parto superen a los riesgos.
Por otro lado, también es importante diferenciar entre cesáreas electivas o cesáreas de urgencia. Las electivas o programadas, son las que se realizan de manera planificada antes del comienzo del trabajo de parto por razones médicas como podría ser una placenta previa, y las de urgencia son las que se realizan durante el parto. En el caso de España, llama mucho la atención que sólo el número de cesáreas urgentes ya supere las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Con respecto a las cesáreas de urgencia, debes saber como embarazada que ello no significa que todas supongan un riesgo inminente para la vida y salud de la mamá y el bebé, sino que, a veces, hay partos que no progresan como “establecen las recomendaciones” y por eso se decide realizar la cesárea. Por lo que en un centro actualizado puedes tener un parto por cesárea tranquilo y positivo.
A pesar de que muchas personas podríamos suponer que la falta de matronas [15] y unidades de parto natural, el excesivo número de inducciones, la elevada incidencia de violencia obstétrica [16] y otras evidencias podrían ser las razones que están detrás de estas cifras tan elevadas, este informe carece de datos necesarios para extraer conclusiones pertinentes.
LA MITAD DE LAS MUJERES CON CESÁREA PREVIA TENDRÁN UN PARTO VAGINAL EN ESPAÑA
En España casi la mitad de las mujeres que han tenido una cesárea previa consiguen un parto vaginal y muy pocas mujeres multíparas en esta misma situación, lo harán exclusivamente por vía abdominal.
Cabe mencionar que la evidencia científica ha demostrado que las probabilidades de tener un parto vaginal después de cesárea aumentan exponencialmente (90%) en partos en casa que en partos hospitalarios (60-80%) [5].
Del mismo modo, el riesgo de rotura uterina que es la razón principal por la que se realizan estas cesáreas “oscila entre el 0,2 y el 1% en casas de parto y el 6% en inducciones (partos hospitalarios)”[5]. Lo que demuestra que el tipo de atención y acompañamiento que recibamos durante el parto tendrá un impacto directo en su desarrollo y finalización de éste. Evidenciando así la importancia de seleccionar conscientemente el lugar de nacimiento.
ESPAÑA ENCABEZA LA TASA DE PARTOS INSTRUMENTALES EN EUROPA
Del mismo modo, el estudio menciona que un 12,6% de los partos finalizarán de forma instrumentada. Lo que nos sitúa, tal y como afirman el informe Euro-Peristat [13] y eldiario.es, “entre la primera y segunda posición en Europa” [7] con respecto a este tipo de partos.
El 71.9% de ellos se realizan con ventosa, seguidos de fórceps y espátulas en último lugar.
Asimismo la OMS aconseja que la tasa de partos instrumentales no supere el 10%.
MORTALIDAD MATERNA: LA GRAN MENTIRA DE LA OBSTETRICIA EN ESPAÑA
Hasta hace bien poco se creía que España se encontraba entre uno de los países del mundo más seguros para parir, ya que su tasa de mortalidad materna era especialmente baja, con una media de 3,7 defunciones por cada 100.000 nacidos vivos entre 2000-2016 y, más específicamente, de 3,26 en 2021 (según el Instituto Nacional de Estadística y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social) [8].
*Tasa de mortalidad materna por comunidad autónoma por cada 100.000 nacidos vivos según el Instituto Nacional de Estadística. [12]
Pero en agosto de 2023 saltaron todas las alarmas cuando este mismo informe de la GESO pero del año 2021 se publicaba en prensa, afirmando que la tasa de mortalidad materna cuadruplicaba los datos oficiales con 13,7 fallecimientos por cada 100.000 partos en vez de los 3,26 publicados por el INE.
”No es la primera vez que un trabajo impulsado por especialistas cuestiona los datos oficiales. Investigadores de la […] SEGO han realizado las dos últimas décadas tres estudios basados en encuestas a responsables de servicios hospitalarios que han mostrado una infraestimación importante. “Estos estudios […] adolecen de un sesgo de comunicación. Las preguntas se mandan a todos los hospitales, pero solo contestan una parte [el 23,6% en el último estudio de la SEGO] […], explica Óscar Martínez”. [11]
Resulta que los datos a los que muchos ginecología se aferraban, presentados en diversos medios, como algunas cadenas de televisión nacionales donde mostraban gráficas de la época de las cavernas para «persuadir» sobre la peligrosidad del parto en casa y argumentar que solo el hecho de trasladar los nacimientos a los hospitales había salvado muchas vidas, no eran ciertos.
No obstante, esto no dejaba de ser una falacia que desinformaba y provocaba miedo en las mujeres para que no pudieran decidir libremente sobre dónde deseaban parir a sus criaturas. Como si las condiciones de salubridad, nutrición, atención, conocimiento y pruebas perinatales no hubieran mejorado desde entonces.
Es innegable afirmar que gracias a la asistencia al parto hospitalario se han salvado algunas vidas, pero decir que gracias solo a ello la atención es más segura y se salvan vidas es estar desinformado y no estar actualizado como profesional y, desde nuestro punto de vista, conlleva riesgos para la salud pública pues influye de manera errónea en la opinión que la sociedad tiene sobre la seguridad en diferentes modalidades de parto (hospitalarios, en casas de parto o en partos domiciliarios).
Óscar Martínez Pérez, el presidente de GESO, señala que “conocer los índices de mortalidad materna es tremendamente importante porque refleja de manera directa la calidad de los servicios asistenciales sanitarios”. [8]
También explica que, “Si una mujer da a luz en un hospital pequeño, pero tiene una complicación e ingresa en la UCI de un hospital más grande y muere allí, ese fallecimiento no se registra como muerte materna en el hospital grande porque ha parido en otro hospital, pero tampoco cuenta como muerte materna en el pequeño porque no ha llegado a fallecer allí«”. [10]
La buena noticia es que, en comparación con los datos de la GESO de 2021 que indicaban que había 13,7 fallecimientos por cada 100.000 partos (sin incluir la muertes maternas de mujeres que tenían coronavirus), la mortalidad materna mejoró en 2022, pasando a 7,1.
“La falta de estadísticas conlleva un problema grave, de desconocimiento y de no saber cómo solucionarlo”. [8]
Pero, ¿qué entendemos como mortalidad materna?
La mortalidad materna es la defunción de una mujer que se produce en cualquier momento del embarazo o “dentro de los primeros 42 días siguientes al partos por cualquier causa relacionada con este”.
La mortalidad materna se clasifica en directa cuando está relacionada con el embarazo, o indirecta si el fallecimiento es causado por una patología que se agrava durante esta etapa.
MORTALIDAD PERINATAL
El Informe Europeo de Salud Perinatal de la red Euro-Peristat publicado en 2022 recoge datos sobre salud perinatal con indicadores básicos de la salud y el cuidado de mujeres embarazadas y bebés en Europa de 2015 a 2019.
Según dicho informe en 2019 la tasa media de mortalidad perinatal europea y española a partir de las 28 semanas de gestación fue de 2,5 por 1000 nacimientos totales. Datos claramente inferiores a los recogidos por la GESO.
Y, aunque podríamos decir que la tasa actual española supera lo deseado, no podemos comparar los datos directamente con respecto al informe de GESO porque no sabemos si han clasificado exactamente con el mismo criterio, ya que Euro-Peristat no menciona las interrupciones legales de embarazos y sí lo contempla hasta el séptimo día de vida, debido a que incluye otro rango para la mortalidad neonatal que lo considera como muertes de bebés en los 27 días posteriores a un nacimiento vivo. Por lo que este índice debería ser mayor en el informe de la GESO. Asimismo, los datos más recientes de Euro-Peristat son de 2019 y no de 2022.
CLASIFICACIÓN DE PARTOS: EL 55% DE LAS MUJERES DAN A LUZ ENTRE LAS SEMANAS 39+0 Y 40+6 DE GESTACIÓN
El 92,3% de los nacimientos son a término, es decir, entre la semana 37 y 42 de gestación.
Más de la mitad de las mujeres en España se ponen de parto entre las semanas 39+0 a 40+6. Un 22% lo haría entre las semanas 37+0 a 38+6, un 15% en la semana 41+0 a 41+6. Un 1,8% sería partos pretérmino desde la semana 22. Y un 0,4% serían partos pretérminos, es decir, de la semana 42+0 en adelante.
Hemos de decir que este último dato nos ha sorprendido bastante, ya que la presión en España para inducir a partir de la semana 41+3 o 41+5 por protocolo es altísima. Al menos, sois muchas las que así lo referís, accediendo en multitud de ocasiones sin ni siquiera conocer el riesgo real que supone alargar un embarazo más allá de la semana 42, o de someteros a una inducción. Este es un tema polémico donde los haya, que no deja indiferente a nadie.
En cambio, la evidencia científica nos dice que la duración media de los embarazos con inicio de parto espontáneo será de 41+1 semanas en primíparas y de 40+3 en multíparas.
Y sobre a qué edad damos a luz en España, los datos no son especialmente esclarecedores ya que los rangos de edad que presentan son muy amplios y desequilibrados entre sí. Por lo que lo único que podemos decir es que el 59,3% de los nacimientos corresponden a mujeres de entre 18 a 34 años y el 38,7% a mujeres de entre 35 y 44 años.
Aunque, si nos vamos al informe Euro-Peristat [8] observaremos que en el 2019 sólo el 50.4% dio a luz con una edad comprendida entre los 25 y 34 años, y el 30,1% lo hizo entre 35 y 39 años, lo que nos coloca en el país de Europa con edad materna más avanzada.
Toda esta información nos aporta mucha luz y estamos esperanzados en que el año que viene la GESO va a mejorar aún más esta recogida de datos.
Como embarazada, puedes preguntar en tu hospital las tasa de cesáreas, episiotomías, inducciones y partos instrumentales para tomar una decisión más consciente. No obstante, recuerda que puedes consultar en el artículo de eldiario.es que hemos mencionado anteriormente [4]. Incluso algunas comunidades autónomas, publican su tasa de cesáreas en las páginas oficiales de sus comunidades autónomas.
Si te has quedado con ganas de saber más, puedes leer todo el informe ampliado en el siguiente link.
Y si quieres vencer el miedo al parto y disfrutar de la experiencia de ser madre, nosotras te ayudamos con el Método Laxmi.